La eterna aspiración del hombre de emular a las aves... ¡cada vez la resolvemos peor!
Lejos de liberar espacio y ganarlo para la ciudad, los viaductos que elevan el tráfico rodado a los cielos generan para el ciudadano espacios residuales y degradados que, a pesar de algunos esfuerzos, resulta muy difícil dignificar.